La ciencia de la oxidación de grasas en el entrenamiento de resistencia y fuerza
Contrario a la sabiduría convencional, los atletas élite están aprovechando la cetosis para mejorar el rendimiento. Un meta-análisis en Sports Medicine (2025) encontró que corredores adaptados a keto mejoraron la oxidación de grasas en un 28 % durante maratones, mientras que los powerlifters que usan keto cíclico (2 recargas altas en carbohidratos semanales) mantuvieron el 97 % de la masa muscular durante la pérdida de grasa.
Protocolos de entrenamiento:
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Keto dirigida (TKD) para HIIT: Consume 20 g de carbohidratos de rápida digestión (bayas) 30 minutos antes del entrenamiento de alta intensidad para preservar el glucógeno para esfuerzos explosivos.
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Nutrición post-entrenamiento: Combina 20 g de proteína con 5 g de aceite MCT para iniciar la reparación muscular mientras mantienes niveles de cetonas (1,2–1,8 mmol/L).
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Truco de hidratación: Añade 1/4 de cucharadita de sal rosa a las bebidas post-entrenamiento para reemplazar los electrolitos perdidos por la diuresis inducida por cetosis, previniendo calambres.
Estudio de caso:
Un triatleta que usó SiBio CKM redujo la carga de carbohidratos pre-carrera en un 60 %, confiando en cambio en 3 g/kg de peso corporal de grasa diaria. Los niveles de cetonas el día de la carrera se estabilizaron en 1,7 mmol/L, con tiempos de finalización mejorando un 12 % en comparación con los períodos de carga de carbohidratos.
Optimización de la recuperación:
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Inmersión en agua fría + cetosis: Las duchas frías post-entrenamiento mejoran la eficiencia mitocondrial, demostrando aumentar la captación de BHB en un 35 % en modelos animales.
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Pila nootrópica: 200 mg de cafeína + 500 mg de L-carnitina antes del entrenamiento para aumentar el transporte de ácidos grasos hacia las mitocondrias.